Ante las inclemencias del tiempo de nuestra madre naturaleza, y para evitar pérdidas humanas, hay que extremar todas las precauciones posible y seguir las indicaciones de las autoridades responsables, de protección civil y de los medios de comunicación.
Así también, les invito a que hagamos oración pidiendo a Dios que, por intercesión de nuestra Madre Santísima, nos proteja a todos; pero especialmente a los más necesitados que viven en zonas vulnerables para que no haya pérdidas humanas y daños de gravedad que lamentar.
Señor nuestro Jesucristo, tu que libraste a tus discípulos calmando la tempestad en el mar, te pedimos que nos cuides, nos protejas y nos de su paz.
+Mons. José Trinidad Zapata Ortiz
VIII Obispo de Papantla